Tras el golpe de Estado de Manuel Pavía, el poder pasó al General Serrano, que intentó estabilizar un régimen republicano de carácter conservador. Pero la gran mayoría de partidos conservadores decidieron optar por la solución alfonsina, es decir, la vuelta de Alfonso XII, hijo de Isabel II.
Salmerón dimitió al sentirse moralmente incapaz de firmar las penas de muerte impuestas por la autoridad militar. La presidencia recayó entonces en Emilio Castelar que inició un desplazamiento hacia posturas de derecha.
La sublevación cantonal fue el conflicto más grave que se produjo durante el periodo republicano. La proclamación de cantones independientes, fue la consecuencia de aplicar de forma radical y directa determinadas medidas y reformas sociales.
Las Cortes proclamaron la República Democrática Federal, presidida por Francisco Pi y Margall, debido a la dimisión de Estanislao Figueras. El objetivo de Pi y Margall fue emprender grandes reformas que no se pudieron desarrollar.
Debido a la renuncia de Amadeo de Saboya, las Cortes decidieron someter a votación la proclamación de una república, que será aprobada el 11 de febrero de 1873. Para presidir el gobierno fue elegido el republicano Estanislao Figueras.
