Los Planes de Desarrollo.
Al programa de estabilización se añadió, los Planes de Desarrollo Económico y Social. Para supervisar su funcionamiento se creó una Comisaría del Plan de Desarrollo y se nombró comisario a Laureano López Rodó. Se trataba de una planificación económica indicativa con la finalidad de impulsar desde el Estado el crecimiento de la economía española a partir de la programación de la actividad del sector público y de ofrecer información y previsión a los inversores privados.
Los
planes emprendieron dos grandes líneas de actuación: las acciones estructurales
y los polos de desarrollo, que intentaban reducir los desequilibrios económicos
regionales. Pero, en general, la planificación franquista fue un fracaso.