La Noche del 23-F.
El golpe era el resultado de una trama en la que estaban implicados algunos mandos de la Guardia Civil, altos jefes militares y algunos políticos involucionistas. Los objetivos de los golpistas eran una clara intención de paralizar el proceso democrático.
La comparecencia del rey en televisión, la misma noche del 23 de febrero, descalificando a los sublevados y apoyando el régimen constitucional fue decisivo para abortar el golpe.
Dos
días después del golpe, Leopoldo Calvo Sotelo fue investido nuevo jefe del
gobierno. Prácticamente su política no se diferenciaba de la anterior de
Suárez. El gobierno firmó con las organizaciones empresariales y sindicales el
Acuerdo Nacional de Empleo, asimismo, aprobó la Ley de Divorcio.