El Regreso
Con la firma del Manifiesto de Sandhurst, Alfonso XII hacia mención a su legitimidad monárquica, distanciándose del régimen isabelino y planteando un régimen abierto a todas las tendencias políticas. El futuro rey prometía una monarquía restaurada, presentándose como un príncipe católico, español, constitucionalista, liberal y deseoso de servir al país.
Con el fracaso de la Primera República y el triunfo de la Restauración monárquica llevada a cabo por Cánovas del Castillo, Alfonso XII se presenta como elemento de concordancia y de reestructuración nacional, contando con el apoyo de todas las fuerzas políticas del país.
A nivel político su papel fue pasivo, debía ejercer como árbitro en la vida política y garantizar el buen entendimiento entre los partidos políticos (Conservadores y liberales)
(Alfonso XII)