El Inicio.
La oposición de buena parte de los sectores conservadores españoles a la democratización política y al reformismo social de la Segunda República se tradujo en una acción golpista.
El 17 de julio de 1936, en Melilla, las tropas del coronel Yagüe se alzó en armas contra la República y el día 18, el general Franco, que ya había asegurado el triunfo de la sublevación en Canarias, se dirigió hacia la Península. El gobierno de la República tardó en reaccionar provocando que los sublevados se extendieran con facilidad.
Casares Quiroga fue sustituido por José Giral, quien decidió entregar armas a las milicias para hacer frete a los sublevados.
La sublevación triunfo prácticamente en toda España interior,
por lo contrario, el alzamiento fracasó donde había un mayor predominio de las
fuerzas obreras y de izquierda.

(Derch: Coronel Juan Yagüe junto a Franco)