El Aumento de la Población.
La expansión económica de la década de 1960 estimuló el crecimiento demográfico y desencadenó los mayores movimientos migratorios de la España contemporánea.
En la década de los años 60, la población española experimentó la tasa de crecimiento anual más importante de todo el siglo. Este crecimiento se mantuvo elevado en el quinquenio siguiente y, en 1975, la población superó los 35,8 millones de personas.
Este aumento demográfico fue consecuencia de un aumento de la esperanza de vida, de un descenso de la mortalidad, sobre todo infantil, y de una elevada natalidad, resultado de unas mejores condiciones de vida, además, de que el franquismo propuso una política claramente natalista, contribuyendo económicamente a mantener un número de nacimientos elevado.