"No Tener Dos Dedos de Frente"
Tampoco el poder político, ya fueran los progresistas o moderados, se preocuparon de preparar a Isabel II, pues todos partían del principio básico, de que cuanto más ignorante permaneciera, mejor resultaría servirse de ella y de su cargo.
Isabel II tenía un carácter temperamental y apasionado, al mismo tiempo que mostraba una ardiente sensualidad heredada de su madre. Otro aspecto muy reseñable era su gran generosidad y su ánimo alegre, que hacía muy agradable su presencia.
Isabel II se vio fácilmente manipulada por los
intereses partidistas, tanto por sus familiares como por las camarillas
cortesana. Pero también , se veía las dificultades que tenía para cumplir de
forma eficaz las funciones políticas que el sistema constitucional le confería,
además de ser una mujer con escasas cualidades intelectuales.
(Isabel II)