Matrimonio

Carlos III no era un mozo bien parecido, tenía una prominente nariz y medía metro y medio, sin embargo, era una persona de trato afable y familiar, de vestir sencillo, comportamiento llano y enemigo de los grandes ceremoniales.
Era hora de matrimoniarse. Lo requería su edad, lo necesitaba su reino y lo precisaba la política exterior española. La elegida no sólo debía ser católica y tener la edad adecuada, sino políticamente alcanzable.
La elegida fue María Amalia de Sajonia, una mujer joven, agradable y católica. Cuando se celebró la boda tenía 13 años, aunque no era una belleza, la joven era robusta, alta para su edad y tenía carácter. Tenía la piel clara y una voz bastante chillona. Era afable, caritativa y tenía un excelente corazón.
Carlos III y María Amalia tuvieron 13 hijos, cinco de los cuales murieron en su infancia. 

(Carlos III y María Amalia de Sajonia)